sábado, noviembre 17, 2007

Reborn

Un estanque de agua cristalina, donde el sol refleja su brillo y casi deslumbra. Completamente desnudo nado y juego en el agua. La sensación que siento podría llamarse placer. De repente, una corriente me arrastra hasta el fondo. La primera reacción es dejarse llevar por si esa corriente parase; pero no lo hace, cada vez aspira más fuerte, tanto que la luz comienza a atenuarse por la profundidad. Intento nadar hacia arriba, pero la succión es más fuerte que yo. La falta de oxígeno me hace perder la consciencia de una forma tan gradual que no puedo distinguir la realidad de los pensamientos. Una nana llena mi vacío, meciéndome en los recuerdos de la única parte de mi vida en la que fui feliz. Ya no queda oxígeno en mis pulmones ni lucha en mi cuerpo y poco a poco me precipito a ese vacío abisal. Sólo hay oscuridad a mi alrededor y la falsa sensación de estar flotando. Mis ojos se abren ante el choque con el fondo. Mi mente se libera y mi cuerpo reacciona. Me impulso hacia arriba.

Sube.

En la oscuridad se ve una luz al final.

Sube.

¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?

Sube.

La luz se agranda y mi fuerza aumenta.

Sube.

Salgo a la superficie, cojo una gran bocanada de aire.

Respira.