La policía vela por nosotros...
Voy a salirme de la línea autoimpuesta que lleva mi blog de publicar sólo relatos y voy a contar una divertida cosa que me ha pasado ahora mismo. Todo viene de que a una persona le llegó un mensaje aparentemente mandado desde mi móvil. Yo, conocedor de que ese mensaje no lo había escrito yo, llamé a telefónica para decirles lo sucedido. Después de ver en los movimientos de mi tarjeta que, obviamente, no había mandado ese mensaje me denegarón conocer la procedencia, pero me indicaron amablemente que si lo denuncio a la policía a ellos les dirán el móvil desde el que fue mandado (o la ip del ordenador que lo mandó). Con éstas me presento en la comisaría de mi querido pueblo a presentar una denuncia. De primeras, el aguerrido agente que estaba recibiendo a la gente me intenta convencer de que eso es una chiquillada, que no hay delito ahí. Vamos, que no denuncie, que está muy feo eso de gastar un formulario para poner una denuncia que no incluya 35 asesinatos. Pero sigo en mis trece y le d...