Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2007

Aeren y el Dragón

Imagen
Se vio a sí misma en una oscura estancia bañada en una densa bruma. Poco a poco dejó de ver una visión y comenzó a sentir, como quien despierta de un profundo sueño y aún no sabe si duerme o es consciente. El ambiente era cálido, tanto que la bruma comenzaba a condensar sobre su fría piel. El desagradable olor a huevo podrido del azufre penetraba por su nariz, generando una sensación de angustia que le hizo cubrirse con las manos. Fue entonces cuando ella miró a sus manos y descubrió que estaban presas por una argolla unida a una cadena, ésta clavada al suelo por una colosal espada. El resto de la estancia estaba sumido en la oscuridad. Entre las sombras se veían dos ojos, con un iris rojo intenso sobre una retina azabache. La bruma se movió a través de una corriente de aire, como si el vacío se hubiese hecho en alguna parte por debajo de los ojos y entonces una gutural voz llenó la estancia: “Bienvenida seas, por ventura te he encontrado y al fin podré darte la vida que mereces...