miércoles, septiembre 26, 2007

Aeren y el Dragón

Se vio a sí misma en una oscura estancia bañada en una densa bruma. Poco a poco dejó de ver una visión y comenzó a sentir, como quien despierta de un profundo sueño y aún no sabe si duerme o es consciente. El ambiente era cálido, tanto que la bruma comenzaba a condensar sobre su fría piel. El desagradable olor a huevo podrido del azufre penetraba por su nariz, generando una sensación de angustia que le hizo cubrirse con las manos. Fue entonces cuando ella miró a sus manos y descubrió que estaban presas por una argolla unida a una cadena, ésta clavada al suelo por una colosal espada. El resto de la estancia estaba sumido en la oscuridad. Entre las sombras se veían dos ojos, con un iris rojo intenso sobre una retina azabache. La bruma se movió a través de una corriente de aire, como si el vacío se hubiese hecho en alguna parte por debajo de los ojos y entonces una gutural voz llenó la estancia:

“Bienvenida seas, por ventura te he encontrado y al fin podré darte la vida que mereces”

Conforme pronunciaba la frase los ojos se acercaban hacia Aeren y se iba descubriendo la faz de su dueño. De entre la niebla apareció una cabeza de forma equina, cubierta de escamas negras. Los ojos, con una expresión ligeramente caída, ofrecían una imagen de imperturbabilidad y sabiduría, no resultando agresivos. La voz era solemne e invitaba a escuchar y aprender, pues no parecía haber lugar para la duda en ese trueno.

El dragón surgió entonces en toda su grandeza, y paseó alrededor de la joven. Dio una vuelta lentamente y con un andar elegante. Al finalizarla paró de frente a la chica y extendió sus alas dando la sensación de estar desperezándose tras un largo sueño. El dragón se tumbó entonces, la luz roja de sus ojos sin párpados se fue apagando hasta quedar un pequeño punto rojo. Aeren quedó paralizada, sin saber que hacer. Más que temor sentía curiosidad; aquel lugar le resultaba agresivo, y el dragón, pese a no haber creído nunca en ellos, no turbaba su pensamiento. Preguntó varias veces al dragón, antes de cansarse de no obtener respuesta alguna. Se dedicó a observar la estancia, y llegando tan lejos como le permitía su cadena fue descubriendo lo fascinante que le resultaba todo lo que allí había. Tras varias horas de inspección se tumbó junto a la espada y lloró.

Cuando Aeren despertó, donde el día anterior estaba acostado el dragón encontró un pequeño pilar de piedra coronado por una bola de cristal. Se acercó a tocarla y escuchó de nuevo la voz del dragón. Venía de detrás suya:

“Espero que hayas dormido bien. Éste es un pequeño regalo a través del cual te enseñaré a ser tú misma. Has vivido presa de lo que te han enseñado, presa de lo que te han dicho que debes ser. Conmigo descubrirás la libertad, y con ella la felicidad.”

“Quiero volver con los míos”

“Ah… Los tuyos. Mira atentamente a la bola, querida. Verás a los tuyos”

Aeren se acercó a la bola y vio como una azulada bruma iba dando paso a una serie de imágenes, como pequeños clips, de cada uno de sus seres queridos. En cada uno de ellos encontraba una escena que resultaba ofensiva para ella misma.

“Observa cómo disfrutan. Mira como tu ausencia no les ha afectado, ni se han dado cuenta de que no estás. Ellos son felices sin ti, lo único que hacen es frenar tu vida.”

El dragón comezó a hablarle de aquel lugar. De cómo la había buscado desde que nació para llevarla a ese oasis de felicidad, por encima de la vida terrena. Allí ella podía ser ella misma y más aún. Podía vivir todas las situaciones que quisiese, pues esa bola era un portal hacia un mundo inferior, del que ella venía, con una diferencia: ahora ella elegiría. Aeren se dio cuenta de que no había prácticamente duda en su interior. Todo lo que escuchaba sabía que era cierto; la voz del dragón parecía ser una materialización de su propio pensamiento, no dejando lugar a preguntas. Ni siquiera le preguntó en todo el tiempo que estuvieron juntos su nombre, aunque esa quizás hubiese sido la única pregunta que pudiese ayudarla.

“Mira ahora a la bola, e imagina una situación cualquiera de tu vida y mejora lo que no te guste.”

Aeren miró a la bola y se imaginó a sí misma en un día cualquiera. Vio un montón de tareas que hacer en su casa y deseó no tener ninguna. Apareció entonces la imagen de ella misma acostada en su cama. Parpadeó. Tras el parpadeo se encontró tumbada en la cama, como se había visto en la bola. Escuchó como su madre la llamaba para hacer las faenas del hogar, pero ella salió corriendo de la casa y fue en busca de diversión. Cuando acabó el día durmió plácidamente y, al despertar, se encontró de nuevo en la guarida del dragón.

“Ha sido agradable, ¿verdad? Hoy puedes probar algo más atrevido”

“No lo creo, cuando vuelva posiblemente estén bastante turbias las cosas y no podré divertirme”

El dragón dijo en tono comprensivo:

“En mi reino no existen las consecuencias. Haz lo que desees en cada momento, pues nunca tendrás que arrepentirte de nada. ¿Acaso alguien te ha ofrecido algo más maravilloso en tu vida?

Entonces ella empezó a vivir auténticas aventuras. Fue haciendo poco a poco cosas que jamás se habría imaginado haciendo en su anterior vida. Cada día era increíble y siempre volvía a la guarida sin ningún temor, pues al día siguiente todo estaría bien. Pero un día despertó llorando.

“¿Qué ocurre? ¿Qué cosa que deseas te hace llorar? ¿No te has dado cuenta aún de que puedes tener todo lo que quieres?”

“Un amigo me increpó por actuar alocadamente. Yo le golpeé y ahora tiene una brecha en su cara.”

El dragón rió sardónicamente. “Pero niña…¿No ves que hoy ya no tendrá señal alguna?”

Aeren quedó convencida y volvió a mirar la bola. Pasó un tiempo inconmensurable de diversión. Aunque a veces, sin saber muy bien por qué, se sentaba junto a la espada y lloraba. Eso era lo único que manchaba su placer. Eso, y el peso de la cadena. Cada día parecía más pesada…

En uno de sus viajes, pasó un día especialmente bueno con el amigo que una vez golpeó. Tras una mañana y una tarde de risas y juegos, decidieron descansar por la noche mirando las estrellas.

“Siento haberte golpeado aquel día”

En cuanto pronunció las palabras, se dio cuenta de su fallo. Se le quedó la cara congelada en un rictus espectativo.


”No pasa nada, ya hace mucho”

Aeren quedó boquiabierta. “¿Cómo puedes acordarte?”

“¿Me estás vacilando? ¡Esa piedra era casi tan grande como mi mano! Para no acordarse…. Pero no pasa nada, la cicatriz casi no se ve ya. ¿Estás bien? Pareces preocupada”

Miró entonces a su frente y vio la fea cicatriz que había dejado. Miró al cielo y vio como se retorcía sobre sí mismo. Las estrellas se arrollaban en espirales que fueron creciendo hasta afectar también a laguna que había a su lado e incluso a la roca en la que estaba sentada. Todo se desvaneció y perdió el sentido

Se despertó en la guarida, de frente al dragón.

“Me engañaste, todo lo que he hecho a pasado de verdad. No hay lugar alguno para la fantasía. Me has convertido en un monstruo, ¡sácame de aquí!”

Jactancioso, el dragón dijo: “¿Quieres salir de aquí? ¡Pues mira la bola!”

Aeren se vio por primera vez presa. Cogió la espada que clavaba la cadena al suelo. Recordó imaginarla muy pesada, pero ahora era ligera como una pluma. La alzó con violencia y la clavó en el pecho del dragón. Un tintineo de cristales cayendo resonó en la estancia y Aeren vio la espada clavada en un espejo. Un espejo que la reflejaba a ella,… o a alguien muy parecido. La expresión de la cara no la reconocía, pero sí las facciones. Los ojos enfocaban penetrantemente hacia el frente, como un depredador; las cejas arqueadas en un gesto hostil hacían aún más agresiva aquella mirada. Los labios se encogían hasta ser una fina línea en la boca, dando una expresión de crueldad que la sobrecogió. Aquella cara era la suya, pero llena de odio e ira, de deseo y egoísmo. Para aquella cara desde luego no habían habido consecuencias nunca. La imagen terminó de fragmentarse en pequeños trozos de cristal y una ola de realidad recorrió la sala. En un parpadeo ya no estaba en la guarida de un dragón, sino en el aseo de su casa, mirándose al espejo. Secó las lágrimas que habían en su cara y salió de su casa.

Caminaba sonriente por la calle. Ya no había dudas en su cabeza, pero no porque estuviese inmersa en sus deseos, sino porque había encontrado el equilibrio. Ahora era capaz de ser feliz y al mismo tiempo hacer felices a los que quiere.

Nota: Este relato es mi forma de hablar de cómo las personas desarrollamos una doble vida a través de la cual vamos realizando las cosas que en verdad no deseamos hacer en la nuestra propia. Algunas personas se aferran más a esta personalidad alternativa y eso se convierte en un problema, pues llega a tomar más peso en su propia vida que lo que ellos mismos son. Si somos capaces de repudiar de este lado malo seremos libres de vivir nuestra vida.

30 comentarios:

El intoxicador dijo...

Muy buen texto, muy buena redaccion, vamos muy fresco.
El caso es que lo he leido a ratos en el curro entre despiste y despiste de los compañeros y no me kedao mu bien con los detalles, pero volvere a leer.

Un ToxiSaludo para los habitantes de la Ciudad Soledad y un ToxiBesito para el Alcalde.

José Rafael dijo...

Supongo que en cierto modo todos somos como Aeren y el dragón son nuestros bajos instintos que cuando nos superan nos convierten en presos de nuestro propio cuerpo, algunos intentamos romper esas cadenas para sentirnos más libres y felices pero otros son sobrepasados por su alter ego maligno que se apodera de sus personalidades.....creo. Debemos esforzarnos día a día por ser mejores personas y así más libres.

Besitos....

Anónimo dijo...

Coño, no me lo puedo creer... post nuevo!! Bueno, como castigo por tardar tanto, no me lo voy a leer todavía (bueno, más bien porque estoy muerto sueño y me voy a la cama pero ya).

Total, seguro que termino diciendo que es muy bueno y que me ha gustado, jeje... aunque sabes que siempre puedo hacer alguna crítica constructiva y tal. No apostaría por ello, pero nunca se sabe.

Alee, un saludete.

VaNe dijo...

Yo me hubiese llevado al dragon a tomarnos unos cubatas ¿o a comernos unas setas?
Que me ha gustado mucho Rá.
Un besiko!

kornikabrosalvaje dijo...

mola mucho, pero no creo que se pueda llegar a vencer al dragon, lo unico que hay que hacer es aprender a domar a la bestia, a dejarla solo cuando sea necesario, es una equivocación reprimir del todo uestros instintos, casi tan horrible como dejarse arrastrar por ellos, hay que aplicarlos en pequeñas dosis y con cabeza.
Por cierto, a ver si te pasas por el mio cabritillo.

Nergal dijo...

A ver, la guarida simboliza nuestra mente, donde decidimos las cosas. El dragón no son los instintos, aunque en buena parte se nutre de ellos. No necesitamos en nuestra cabeza una segunda personalidad a través de la que evadirnos, necesitamos ser nosotros mismos y construír nuestra propia vida, que será mucho más gratificante que dejarnos llevar por el caos interior. El dragón no es negativo en una etapa de nuestra vida pues de él aprendemos cosas que nuestra educación impuesta desde la niñez nos impediría descubrir, pero llega un momento en el que construímos una ética propia y el dragón sólo puede destruír lo que en verdad queremos hacer. Por eso al final ella sabe ser feliz y hacer feliz, ha encontrado el equilibrio.

Tomás dijo...

El texto está chulo. Así muy simbólico y metafórico, y a la vez didáctico, de los que te gusta hacer a ti, pero como ayer me estuviste agobiando para que te hiciera un comentario crítico, no te pienso chupar la polla. Eso sí, tampoco voy a ponerte a caldo pese a tu insistencia porque tampoco tiene mucho que criticar, a nivel narrativo está bien redactado y en cuanto al fondo.. pues yo que sé, mola porque cada uno puede darle una lectura diferente (pese a que tenga el sentido claro que explicas), aunque si a la peña no le explicas la correspondencia simbólica de los elementos que intervienen en el relato no va a presuponer que los hay y no los buscará nadie. Toltuguita.
También te aconsejo que los diálogos los introduzcas con guiones y no con comillas, y aparte te he jipao alguna faltilla (creo que ha sido una "a" de "haber" sin hache.

Besitos!

Tomás dijo...

También te aconsejo que si buscas algo más técnico le preguntes a alguien que entienda. A Raúl, por ejemplo. Que irónicamente yo no tengo ni puta idea de estilos narrativos ni ná.

escarcha dijo...

que curioso.. hice la semana pasada un fotomontaje sobre algo de lo que aquí expones, sin duda me ha chocado leer esto, y no se si porque estoy de acuerdo con lo que dices, o porque en parte me deja sin palabras, pero no puedo hacer un comentario que aporte nada nuevo..!

por cierto tomás, es mejor que rá no explique nada.. imaginación al poder..
Yo veo bien lo de las comillas, incluso prescindiría de ellas y lo pondría todo seguido.. tal vez terminaría siendo un poco paranoia, pero, joer, que me gusta a mi.

Ma gustao, lo releeré.

escarcha dijo...

..aunque pienso que para conseguir el equilibrio tenemos que tener nuestros malos y nuestros buenos, no desechar nada de lo que fuimos..

el yin yang y to eso..

Nergal dijo...

Muchas gracias Tom por la crítica, sé que te he aperreado pero tu opinión es importante :D

Para lo de los simbolismos soy un poco raro; me gusta dejarlos ocultos por si alguien los ve por su propia cuenta, aunque como ves cada vez meto más "pistas" para descubrirlos. Como dice Escarcha: "Imaginación al poder". Para lo de las comillas tomo nota ;) Besitos, toltuguita.

Escarcha, yo no digo que haya que desechar lo que fuimos. Si olvidamos nuestra parte mala, no habremos aprendido de ella. Pero sí que hay que darle el poder de decisión a la buena. Pienso que, irónicamente, una persona que se deja llevar por sus deseos no puede ser feliz.

kornikabrosalvaje dijo...

La decisión no se la puede llevar solo la parte"buena" o llamemosla racional, porque la parte"mala" llamemosle instintiva, también forma parte de ti, el equilibrio no se encuentra negandonos nuestros propios deseos, sino satisfaciendo a ambas partes llegando a un acuerdo de lo que es ético y moralmente hablando digno y equilibrado, no hay que ser una marioneta de nuestro "lado malo" pero tampoco debemos convertirnos en androides auto-reprimidos, un beso rat-man

Nergal dijo...

Te empeñas en ver algo de lo que no estoy escribiendo. Hablo de una doble personalidad, no de la parte emotiva de la propia. La gente tiende a crear un alterego a través del cual realizar cosas de las que en verdad no se siente orgulloso, o vivir experiencias que considera éticamente incorrectas pero no se siente con fuerzas para negarlas. No hablo de que te conviertas en un robot, sino de que seas lo que realmente quieres ser y no un reflejo de lo que el mundo te ha hecho creer que es "importante". Es la segunda vez que te lo explico :P

kornikabrosalvaje dijo...

Ha ver...tu lo llamas otra personalidad, pero yo no lo veo así, creo que es un error culpar a un lado malo de nuestros errores, cuando sabemos que ese lado maligno, de mirada aviesa lo representa nuestros deseos, no tenemos doble personalidad, simplemente intentamos cargarle a ese otro sujeto que comparte reflejo con nosotros todos nuestros marrones, no lo veo así como me lo kieres explicar.

Nergal dijo...

:D Vamos a ver... ¿Sabré yo qué quiero decir en lo que he escrito?

Me parece que estamos hablando de cosas diferentes. No tienes por qué sentirte identificado con el relato. Quizás en tu caso sea como tú dices, pero en mi experiencia he encontrado bastantes personas así. Yo uno de ellos.

kornikabrosalvaje dijo...

Que lo he dicho yo, si no sabes lo que escribes no es mi problema, si lo he dicho yo es asi, y ya está, no hay más complicaciones.
TENGO RAZÓN.

El intoxicador dijo...

Pues yo creo que el verdadero significado de la peli esta es que todos deberiamos dejarnos llevar por nuestro lado oscuro, fundirnos con el y salir a matar Jedis.

Vamos mas claro agua.

ToxiBesitos Siths!!

P.D: Resacon.....

kornikabrosalvaje dijo...

Mejor a violar ovejas o descapullar marranos en la puerta de una iglesia, mientras 3 monjas se pegan una paliza en un ring de barro y se pasan a cuchillo.

The crow dijo...

Me encanta, siento haber tardado tanto en leerlo...

Anónimo dijo...

Ra, no te pikes si no te dan la razón... no me estoy poniendo a favor d nadie, pero a veces puedes escribir algo y ser interpretado d otra forma... de hecho no es una lectura facil y cada uno lo puede ver d una forma... aun asi, enhorabuena x lo q has escrito, esta muy bien escrito, deberías hacerlo más a menudo!!!

BS

Nergal dijo...

Migui no pasa nada, es un tocho y entiendo que a veces se hace pesado de leer. Me alegro de que te guste.

Ánonimo, gracias. No me enfado por las distintas opiniones y/o interpretaciones. Era más por conocer a Kornikabro y saber que intenta decirme lo que yo quería expresar con el relato, y no es lo que él ve. Por cierto, ¿quién eres? :D

BS

Anónimo dijo...

jajaja, ok, si yo no digo nada... no te voy a decir kien soy...solo que soy una persona que nunk te ha llamado "Ra" y solo he puesto eso para disimular ^-^

Escribe otra historia prnto plis! q kiero poner a prueba mi interpretación de las cosas raras que escribes jeje (con cariño eh?)

BS

kornikabrosalvaje dijo...

es lo que yo digo

kornikabrosalvaje dijo...

sigo sin estar de acuerdo contigo, lo que has escrito será lo que tu dices, pero no solo no lo veo igual, sino que no estoy de acuerdo contigo en lo de tu "nota".

Anónimo dijo...

Yo tb siento haber tardado tanto en leerlo, pero estoy muy ocupado últimamente y aunque no es que sea largo, al tener que leerlo en el ordenador, me aperreaba. Pero ya está, ha caído.

Y bueno, por ahí decía Tomás que querías opiniones en plan guay y bueno, ya sabes que "en casa del herrero, amanece mojado" y no te voy a hacer una tésis, pero te puedo dar mi sincera opinión y alguna cosa más.

Si hay que clasificar el relato, yo diría que es un cuento fantástico simbolista del estilo "El Principito" o "El caballero de la armadura oxidada" (salvando las diferencias, claro). Narrativa muy correcta, ágil y funcional. Es decir, el peso -como suele pasar en los cuentos- lo lleva la idea principal, la moraleja que quieres trasmitir. Quizás ésta es algo obvia y, digo más, yo quitaría la nota final. Otro "pero" sería que, siempre a mi entender, has dado un pequeño paso atrás en cuanto a originalidad. Tu texto anterior era más "sorprendente" y ésta se ve venir casi al mirarla por encima, pero es casi normal en el estilo que está (y la extensión con la que cuentas).

Lo que me gusta es que eres capaz de manejarte en un buen ramillete de narraciones, desde Saint-Exupery hasta Alan Poe... pero bueno, siempre por debajo, la chupada de polla no llega a tanto, jeje.

Y bueno poco más. Este comentario lo leerás si sobrevives al finde asesino de Héroes en Zaragoza. Espero que te sirva para algo el mismo.

P.D: Las fotitos molan. Hasta en eso me parece a "El Principito", jeje.

Nergal dijo...

Jeje, lo que le pedí a Tomás fue que me tirase al cuello. Muchas gracias por clasificarme el relato y demás. La verdad es que no he leído "El Principito" pero me resulta curioso que lo digas (casualidades, pero en poco tiempo soñé con ese libro, después me hablaron de él y ahora tú también). Lo de la originalidad era un sacrificio necesario, aquí no busco sorprender sino como bien habéis apuntado antes enseñar.

El concierto increíble, y los días de vacaciones me han sentado genial. Muchas anécdotas y golpes de suerte. Pero el de Sevilla va a ser mejor, seguro.

Anónimo dijo...

¿Y qué pasa cuando uno no es capaz de verse en conjunto y decidir su ética propia, cuando su opinión varía según la dirección del viento?
¿Qué pasa cuando uno no se conoce en absoluto y no sabe qué esperar ni siquiera de sí mismo?

Nergal dijo...

Pues pasa que se encuentra como Aeren, y ha de decidir cuáles deben ser sus valores. Las cicatrices del pasado no se pueden borrar, pero se puede intentar construir un futuro aprendiendo de los errores.

Esto pasa cuando una persona madura: se forja una escala de valores aprendiendo de la experiencia. Hay gente que se centra en el lado más egoísta, buscando el beneficio rápido; otros valoran más la calidad de los lazos interpersonales y reniegan de este lado. Estos últimos también pueden aprender a satisfacerse a sí mismos o evitar futuros daños valorando la parte más egoísta, al igual que los que se mueven más por deseos pueden calmar o disfrazar sus intenciones mediante la comprensión de la parte empática de la personalidad de la otra gente.

Pero los que van dando bandazos de un lado a otro aún no "han madurado "y pasarán de un extremo a otro sin definir nunca su propia personalidad.

Gataluna dijo...

Todos somos libres ...y presos al tiempo, de decidir qué hacer con nuestra vida y cómo ser,siempre teniendo en cuenta la influencia del entorno, que aunque no quieras te afecta positiva o negativamente eso está claro. No es tan sencillo como despertar una mañana y "cargarse al dragón" XD ... pero como tú bien dices, cuando empiezas a madurar y aprendes de esos errores, intentas ( y digo intentas porque conseguirlo ya es más dificil)no volver a cometerlos.

Me ha encantado, no dejes de escribir y pese a lo que te digan los impacientes, no tengas prisa en hacerlo si lo haces realmente cuando te apetezca y creas que es el momento ideal.

1 besazo.
PD: Creo recordarr q es la primera vez q comento en tu blog!!que mala amiga soy....jeejjejje. Hasta la próxima!

Mari.

Nergal dijo...

Muchas gracias, Mari. Ahí, ahí sin prisas. ¿Qué Mari eres? Es que conozco varias y ahora no caigo en cuál puedes ser :S

Lo que dices del entorno es correcto, pero también influyen otras cosas como ese miedo a desperdiciar tu vida si no haces determinadas cosas (que cuando maduras descubres que carecen de valor).