La policía, esta vez de verdad, vela por nosotros
Otra divertida historia de burocracia, extorsión y espíritu navideño ambientada en un gris mundo preapocalíptico. DÍA 1 Los vientos del cambio susurran mi nombre La historia que paso a relataros comienza con una inflamación gonadil ante los abusivos abusos de nuestra querida Telefónica. Inflamación que provocó mi inquietud y búsqueda de operadores alternativos para que hagan usufructo de mi, ya bastante maltratado por Telefónica, recto. El caso es que me dejo seducir por Yoigo y firmo mi portabilidad. Previamente me informan de que sigo siendo propiedad de Telefónica durante diez días más y yo acepto, por supuesto; no me gustan las despedidas breves. Una vez autorizada la portabilidad me voy a una tienda de la compañía del demonio y hago una última recarga para usar estos diez días de despedida. ¡Comienza la aventura! Unas horas después de hacer la recarga mi móvil deja de funcionar. ¿Casualidad? Puede. Me dirijo a casa y pruebo con otro móvil y al ver que tampoco funciona infier...