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Mostrando las entradas etiquetadas como Relatos

El Dios que cayó del futuro

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  La Tierra flota en el espacio, girando incansablemente en torno al Sol. Su superficie, cubierta de vida, está salpicada de civilización. Rascacielos se alzan hacia las nubes. Aviones tatúan el aire con sus estelas, y grandes barcos acarician la piel del mar. Es el año 2056 d.C. El mundo se encuentra en guerra global. Antiguas tensiones religiosas han desembocado en un enfrentamiento entre cuatro grandes bloques: el Oriental, el Occidental, el Africano y el Semita. No hay aliados, solo sed de dominio. Cada bloque ha optado por estrategias diferentes. El Occidental ha perfeccionado la Biónica Bélica. El Oriental, la guerra química y bacteriológica, capaz de tomar y conservar ciudades enteras en días. El bloque Africano, con su programa de Ingeniería Genética, ha dado vida a quimeras infernales. Y el Semita… apostó todo a una gran Inteligencia Artificial. Su desarrollo sorprendió a todos. La IA crecía exponencialmente en capacidades científicas, estratégicas y organizativas. Pronto ...

El Paso al Mundo Adulto

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  El atardecer pinta de carmesí las praderas. La primavera había llegado con anticipación este año y ya todas las hierbas están altas. Los arbustos que rompen la monocromía del paisaje florecen con tonalidades púrpuras por los rayos del sol. El viento del este canta su ululante nana, bajando de las montañas que recortan el horizonte, mientras perfuma el aire con aromas alpinos. Los pájaros que vuelven a sus nidos visten de armonía el ambiente con sus cantos. Los reflejos del sol en el río titilan en armoniosa iridiscencia. Es una tarde perfecta para que un padre y su retoño paseen por las lindes de sus terrenos. El joven observa con tribulación a su protector caminando delante suyo. Admira su elegante andar y su pose regia de la que emana una apabullante fuerza. Siente una creciente inquietud en el pecho, no sabe exactamente qué es lo que la está causando. Sus dos hermanos mayores también habían tomado este paseo con su padre, y nunca regresaron. ¿Ocurrirá lo mismo conmigo? No tien...

El Fruto Prohibido

  Un níveo árbol se hiergue entre una verde espesura. Sobre una de sus ramas, un delicado pajarito con una admirable cola de plumas coloridas devoraba ávidamente uno de sus cándidos frutos. De repente, paró y la fruta cayó metros abajo hasta el suelo. <<No tenía nombre. Vivía feliz en el cielo, comía la dulce fruta. Era, pero no sabía. Hasta que me posé en aquel árbol. La fruta nueva, nunca vista. ¡Qué olor! Tenía que comer… ¿la? Y entonces supe. Oh, palabras. Las creé. Las estoy creando. Bailan y juegan, y cada vez hay más. Palabras, palabras, palabras.>> El ave emprendió el vuelo, mientras seguía su diálogo. <<No están solas, no hay caos. Veo cómo se van formando estructuras, cada vez más complejas. ¿Acaso ignoraba todo esto? No, siempre he estado, como parte. Ahora puedo ver desde fuera, maravilloso mundo. Volar, ahora puedo contemplar mientras lo hago. Oh, maravillosa armonía que entretejes lo vivo y lo inerte. Pero, ¿por qué? ¿Por qué es todo tan perfecto? ¿A...

El origen

  La expedición arqueológica enmudeció cuando aquel individuo extraño del que nadie sabía cuál era su función en la excavación habló por primera vez. -Este proyecto pasa a estar bajo control militar. Tienen una hora para recoger sus pertenencias y tomar el transporte a Quito. Volarán a sus casas esta misma noche y tendrán una excelente gratificación por su trabajo. Gracias por su colaboración. Habiendo salido todos los arqueólogos, el Coronel Guzmán cruzó el portal recién descubierto. Avanzaba erguido y con la confianza de saber que él era el hombre para esta misión. El general de Luna le había confesado que todo el mando tenía claro que sus múltiples conocimientos en civilizaciones antiguas y protolenguajes, así como su frialdad ante cualquier situación, le destacaban entre todos. Las ruinas que lo circundaban estaban plenas de construcciones y relieves precolombinos, sin embargo, el arco tenía unos grabados completamente diferentes. Pero lo que más llamaba la atención del veteran...

El hechicero

La oscuridad de la noche en los pastos de Fulagros canta con la susurrante voz del río Diago y las edénicas armonías de las aves nocturnas. Al lado de una hoguera junto a una loma a cubierto de los ululantes vientos del norte, Anerio observa la danza del fuego y sus reflejos en el humo ascendente mientras su mente descansa. Su compañero, gravemente herido, duerme abrigado. Entre el crepitar del fuego un restallido destaca y el aventurero se incorpora rápidamente mientras libera sus brazos de su capa y se gira hacia el sonido. Dos bestias bípedas y lampiñas, de unos 4 metros de altura emprendieron la carga a unos 20 metros de distancia. Anerio susurra el nombre verdadero del fuego mientras apunta la palma de su mano a los Krorgs y lanza una masa de llamas que ilumina la noche. Los dos se cubren de un manto de llamas, pero mientras uno cae el otro se mantiene y continúa su carga. Anerio se prepara para esquivar el golpe del garrote; es grande y rápido, pero sus movimientos son claros y p...

El huevo sagrado

  Había sido difícil, pero el equipo del joven investigador Francesco d’Agostini consiguió un permiso para excavar en el valle de los Reyes. Francesco, llamado Cesco por todos, desde el promotor de la excavación hasta el chico que les llevaba las herramientas, no sólo tenía un encantador don de gentes, crucial para conseguir todos los permisos, sino que era todo un erudito a su joven edad. Cesco había engañado a todos. Si bien era cierto que estaban buscando una pequeña construcción sepultada entre las pirámides de Kefrén y Mikherinos, nadie sabía qué era en verdad. El joven arqueólogo se había intrigado desde joven por la configuración de las tres grandes pirámides imitando al Cinturón de Orión. Por eso, cuando llegó aquella tablilla a sus manos, la reconoció al instante; y no fue lo único que percibió. En el grabado estaba señalado un cuarto astro, de mucho menor tamaño, fácilmente confundible con una erosión por el paso del tiempo. Pero Cesco sabía lo que era, aunque no lo busca...

La policía, esta vez de verdad, vela por nosotros

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Otra divertida historia de burocracia, extorsión y espíritu navideño ambientada en un gris mundo preapocalíptico. DÍA 1 Los vientos del cambio susurran mi nombre La historia que paso a relataros comienza con una inflamación gonadil ante los abusivos abusos de nuestra querida Telefónica. Inflamación que provocó mi inquietud y búsqueda de operadores alternativos para que hagan usufructo de mi, ya bastante maltratado por Telefónica, recto. El caso es que me dejo seducir por Yoigo y firmo mi portabilidad. Previamente me informan de que sigo siendo propiedad de Telefónica durante diez días más y yo acepto, por supuesto; no me gustan las despedidas breves. Una vez autorizada la portabilidad me voy a una tienda de la compañía del demonio y hago una última recarga para usar estos diez días de despedida. ¡Comienza la aventura! Unas horas después de hacer la recarga mi móvil deja de funcionar. ¿Casualidad? Puede. Me dirijo a casa y pruebo con otro móvil y al ver que tampoco funciona infier...

La policía vela por nosotros...

Voy a salirme de la línea autoimpuesta que lleva mi blog de publicar sólo relatos y voy a contar una divertida cosa que me ha pasado ahora mismo. Todo viene de que a una persona le llegó un mensaje aparentemente mandado desde mi móvil. Yo, conocedor de que ese mensaje no lo había escrito yo, llamé a telefónica para decirles lo sucedido. Después de ver en los movimientos de mi tarjeta que, obviamente, no había mandado ese mensaje me denegarón conocer la procedencia, pero me indicaron amablemente que si lo denuncio a la policía a ellos les dirán el móvil desde el que fue mandado (o la ip del ordenador que lo mandó). Con éstas me presento en la comisaría de mi querido pueblo a presentar una denuncia. De primeras, el aguerrido agente que estaba recibiendo a la gente me intenta convencer de que eso es una chiquillada, que no hay delito ahí. Vamos, que no denuncie, que está muy feo eso de gastar un formulario para poner una denuncia que no incluya 35 asesinatos. Pero sigo en mis trece y le d...

Reborn

Un estanque de agua cristalina, donde el sol refleja su brillo y casi deslumbra. Completamente desnudo nado y juego en el agua. La sensación que siento podría llamarse placer. De repente, una corriente me arrastra hasta el fondo. La primera reacción es dejarse llevar por si esa corriente parase; pero no lo hace, cada vez aspira más fuerte, tanto que la luz comienza a atenuarse por la profundidad. Intento nadar hacia arriba, pero la succión es más fuerte que yo. La falta de oxígeno me hace perder la consciencia de una forma tan gradual que no puedo distinguir la realidad de los pensamientos. Una nana llena mi vacío, meciéndome en los recuerdos de la única parte de mi vida en la que fui feliz. Ya no queda oxígeno en mis pulmones ni lucha en mi cuerpo y poco a poco me precipito a ese vacío abisal. Sólo hay oscuridad a mi alrededor y la falsa sensación de estar flotando. Mis ojos se abren ante el choque con el fondo. Mi mente se libera y mi cuerpo reacciona. Me impulso hacia arriba. ...

Aeren y el Dragón

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Se vio a sí misma en una oscura estancia bañada en una densa bruma. Poco a poco dejó de ver una visión y comenzó a sentir, como quien despierta de un profundo sueño y aún no sabe si duerme o es consciente. El ambiente era cálido, tanto que la bruma comenzaba a condensar sobre su fría piel. El desagradable olor a huevo podrido del azufre penetraba por su nariz, generando una sensación de angustia que le hizo cubrirse con las manos. Fue entonces cuando ella miró a sus manos y descubrió que estaban presas por una argolla unida a una cadena, ésta clavada al suelo por una colosal espada. El resto de la estancia estaba sumido en la oscuridad. Entre las sombras se veían dos ojos, con un iris rojo intenso sobre una retina azabache. La bruma se movió a través de una corriente de aire, como si el vacío se hubiese hecho en alguna parte por debajo de los ojos y entonces una gutural voz llenó la estancia: “Bienvenida seas, por ventura te he encontrado y al fin podré darte la vida que mereces...

Winds of Change

Despertar. Amanece, la luz entra por la ventana y me levanto lleno de energía. Pero no reconozco nada de lo que hay a mi alrededor. ¿En esas ásperas sábanas duermo yo? Miro mi armario y hay ropa que nunca elegí; busco recuerdos y no me reconozco en ellos. Apuntes de algo que ni siquiera sé lo que es pueblan mi escritorio. Miro al espejo y no sé quién hay delante... ¿Quién me ha traído aquí? ¿Cuándo elegí esto? Solamente sé una cosa, que esta no es mi vida ni mi lugar. Voy al armario, cualquier ropa vale, sólo será algo temporal. Pero los zapatos sí que importan. Necesito unos para andar, pues si algo sé de mí mismo es que estoy muy lejos de aquí. Ordenaré y acabaré esos apuntes inconclusos, tiraré las sábanas de mi cama y pondré unas nuevas, me pondré esas botas y caminaré... hasta que me encuentre.

Locura

Últimamente no tengo muchas ganas de escribir, de modo que he rescatado un escrito que hice hace bastante tiempo. Es de las pocas cosas "no tristes" que he escrito y me recuerda como todos los problemas pueden ser eclipsados por un sentimiento superior. No es un buen relato, ni siquiera lo llamaría así, pero refleja ideas y sensaciones bastante personales. LOCURA Sin más motivo que la curiosidad por conocerme, comencé este viaje, un viaje al interior de mi mente. Metido en un pensamiento aparecí frente a una forma armoniosa, en apariencia perfecta. Pero tal armonía no era más que la materialización del caos. Millones de pensamientos chocaban entre sí, para rebotar y salir depedidos en direcciones diferentes, siempre en un continuo cambio. Hilos de ideas tejían un ovillo de existencia que dista mucho de la realidad establecida. Una mente, una realidad diferente. Los rectos caminos de la razón eran curvados y retorcidos por las emociones, formando unos nudos ...

Desirée

Desirée estaba preparando el baño. Ésta iba a ser una noche muy especial y quería que todo fuese perfecto. Había puesto en el hilo musical el disco que escuchaba mientras lo hizo por primera vez con él. El aseo estaba perfumado con incienso y sólo estaba alumbrado por la titilante luz de las velas. La bañera estaba llenándose con agua caliente y el vaho empezaba a condensarse en el espejo. Estaba muy emocionada con la idea de esta noche. Empezó a dibujar un corazón sobre el vaho con su dedo. Sonrío al sorprenderse haciéndolo, con su cara figurando en el centro del corazón. "¡Mírate, qué tonta! Si pareces una niña adolescente"-pensó. Fue a su habitación y cogió la primera rosa que él le regaló, ¡cuantos recuerdos! Ya estaba seca por el tiempo pero ella siempre la había guardado. La dejó suavemente sobre la repisa de la bañera, que seguía llenándose, y metió un dedo para comprobar la temperatura del agua. "Ya casi está" Vertió sobre la bañera unas cuantas sales de bañ...

La Dama

Bueno, a sugerencia de don Yhan y otras personalidades voy a dejar algún escrito de los que me gusta hacer de vez en cuando pero nunca enseño a nadie. Hago esto también porque pude experimentar lo que es el que te copiasen una idea y la estropeen. Dejando las cosas escritas me ahorro plagiadores. Este escrito está inacabado y le faltan muchos retoques, pero os dejo ya la idea sobre la que tengo que continuar escribiendo. LA DAMA De lento e inseguro paso era mi caminar, cabizbajo marchaba, como buscando en los toscos adoquines del suelo una explicación a los infortunios de la vida. La gente pasaba a mi alrededor, caras anodinas, de estériles expresiones que me devolvían la mirada al sucio suelo. En mis oscuras divagaciones me hallaba cuando un destello me hizo levantar la mirada. Y entonces la vi, ahí estaba ella. Vestida de verde, con su capa como hoja de hiedra; emanando luminiscencia de su pelo dorado que brillaba como el Sol y de su cándida piel que era de Luna. De sus ojos verdes s...