viernes, diciembre 24, 2010

La policía, esta vez de verdad, vela por nosotros

Otra divertida historia de burocracia, extorsión y espíritu navideño ambientada en un gris mundo preapocalíptico.

DÍA 1 Los vientos del cambio susurran mi nombre

La historia que paso a relataros comienza con una inflamación gonadil ante los abusivos abusos de nuestra querida Telefónica. Inflamación que provocó mi inquietud y búsqueda de operadores alternativos para que hagan usufructo de mi, ya bastante maltratado por Telefónica, recto. El caso es que me dejo seducir por Yoigo y firmo mi portabilidad. Previamente me informan de que sigo siendo propiedad de Telefónica durante diez días más y yo acepto, por supuesto; no me gustan las despedidas breves. Una vez autorizada la portabilidad me voy a una tienda de la compañía del demonio y hago una última recarga para usar estos diez días de despedida. ¡Comienza la aventura!

Unas horas después de hacer la recarga mi móvil deja de funcionar. ¿Casualidad? Puede. Me dirijo a casa y pruebo con otro móvil y al ver que tampoco funciona infiero que el problema es de mi tarjeta. Ya es tarde y decido irme a dormir para mañana solucionarlo.


DÍA 2 Batalla de las excusas interminables

Me levanto lleno de optimismo y alegría, convencido de que todos los problemas tienen solución. Llamo a Telefónica (caca) y me dicen que como cliente puedo acercarme a cualquier tienda Movistar y pedir un duplicado de la tarjeta con un precio que oscilará entre 0 y 5€, según tienda. ¡A ello que voy!

*Cortinilla de estrella*

En la tienda la dependienta procede a duplicarme la tarjeta, pero la centralita no la deja por misteriosos motivos. Le expongo mi historia y la muchacha hace piña conmigo y me dice que llame desde la propia tienda a Telefónica. Llamo y muy amablemente me explican que, a pesar de seguir siendo cliente de Telefónica, como voy a cambiar de compañía no me hacen el duplicado (curioso, a pesar de que ya había firmado la portabilidad, SÍ aceptaron mi recarga de saldo). Yo digo que sigo siendo cliente de la compañia y tengo derecho a mi duplicado como cliente. Tras meditar con entes superiores, el comercial me comenta que o:
a) Cancelo la portabilidad, puedo hacer mi duplicado y siguen practicando el Medievo con mi culo en Telefónica
b) Siga como estoy y Telefónica se queda gentilmente con mi dinero.

Pruebo a llamar a varios números diferentes y en todos me dan la misma directriz. Cancela la portabilidad o nos quedamos tu dinero.


DÍA 3 Armado y furibundo en la sede de Telefónica

Amanece y me levanto alegre, optimista y lleno de ira homicida. ¡Esto no puede quedar así! ¡Este ultraje sólo se lava con sangre! Hoy llevaré la lucha a su casa. Me presento en la sede de Telefónica (la cual tuve que andar buscando por Murcia porque en la información de Telefónica no tienen acceso a esos datos).

Un edificio de obscena arquitectura se yergue en mitad de San Antón. El olor a desechos humanos y putrefacción te golpea nada más entrar mientras un frío que evoca un terror ancestral te hiela el corazón. Pero mi ánimo es ardiente y la verdad está de mi lado. ¡Vamos allá! El portero, un hombre curtido en el desprecio al cliente y en la humillación del penitente, me mira con sus ojos vacíos y me dice que allí no hay hojas de reclamaciones, que si algún apego tengo a mi alma vuelva por donde he venido y nunca cuente lo que allí he visto. Yo respondo, con miel en los labios, que eso que él me dice es imposible por ilegal y diciendo esto cojo el pomo de la puerta haciendo amago de entrar.

"¡NO.... PUEDES... PASAR!"

¿Qué? ¿Pero cómo me dice eso? Como si un servidor fuese un Balrog cualquiera en el puente de Khazad-Dûm. Salgo frustrado del edificio mientras el portero me dedica un "Feliz Navidad" en una sonrisa con más risa que son.

En la calle me encuentro con un agente de la policía local hablando por el móvil. Lo bueno es que estaba hablando con Orange para que le devolvieran unos dineros que se habían cobrado sin motivo. Genial. Voy y le digo:

"Agente, necesito su ayuda. He ido a Telefónica, sita aquí al lado, y me han denegado una hoja de reclamación. La quiero porque me han bloqueado la tarjeta y se han quedado con mi saldo"

"¿Qué? No pueden hacer eso. Vamos, ve tu delante. Tendrás tu hoja de reclamaciones."

Así que vuelvo al edificio seguido de mi nuevo héroe. Nada más entrar al portero se le queda la cara congelada en un rictus de asombro y empieza a excusar (acá por estos lares, pirulear) de la misma manera que hizo conmigo pero bastante más inseguro. Nunca he visto tanto tic de golpe. Pero el agente legendario no se deja amilanar y le dice que el portero no tiene autoridad para tratar eso y que va a entrar al edificio, a lo cual se niega el portero entre tics y tembleques. El agente le pide amablemente al portero que salga alguien de las oficinas mientras tamborilea los dedos en la cartuchera de su arma y esgrime en su cara una media sonrisa bastante acuciante. A estas alturas yo ya pensaba que iba a decirme algo en plan "¿Sabes usar esto? Vamos a entrar. Apunta a la cabeza o no les harás nada", pero entró en escena un ente más malvado y poderoso que el portero... ¡el director! Con su locuacidad ha intentado convencernos de que no es en la sede de la compañía donde dan las hojas de reclamaciones sino en las múltiples y diversas tiendas Movistar. Yo argumento que la reclamación es contra la compañia, no contra una tienducha cualquiera. Pero el agente me toca en el hombro y dice, mirando a los ojos del director: "Estos van a intentar seguir mareándote. Tienes que ir a un par de tiendas y cuando veas en efecto que no te dan la hoja de reclamaciones ven a comisaría y denúncialos." Y eso haré... eso haré.

¿Alguien me vende un arma?

miércoles, diciembre 15, 2010

Crisistunidad

Me gustaría llamaros la atención, incondicionales seguidores de este blog en sus múltiples, variadas y arcaicas actualizaciones, sobre los cambios que a toda prisa están sucediendo en el mundo ante la descorazonada actitud de todos nosotros, gente de a pie.

La crisis se veía venir. Ha pasado otras veces en la historia y por cosas más ridículas. Allá por el siglo XVII, creo recordar, hubo algo similar a lo que ha pasado con la vivienda en España pero con los tulipanes. Se llegaron a pagar auténticas fortunas por una ridícula flor. Y cuando los que empezaron a rodar la bola habían ganado bastante con la especulación rompieron la baraja y recogieron beneficios, dejando en la miseria e hipotecados a varios miles de pánfilos emprendedores neerlandeses. Este suceso económico, al igual que el de la actualidad, provoca un profundo sesgo a la clase media.

Mientras medio "primer mundo" (las comillas son porque odio este término) está hipotecado, los que no han caído de su estatus de clase media luchan por mantenerse y los que han bajado luchan por mantenerlo. En lenguaje coloquial, cada uno intenta salvar su culo sin preocuparse de lo que pasa alrededor. Esta situación resulta ser el contexto perfecto para que los gobiernos empiecen a promulgar leyes para radicalizar más este cambio. Una de las medidas que más me hace chirriar los dientes es la subida del 300% de las tasas universitarias en el Reino Unido. Y es que nos acercamos a un mundo en el que sólo los hijos de los ricos tendrán acceso a buenos trabajos. En una sociedad con una producción en serie tan avanzada, contando con una robótica que hace que la mano del hombre no sea tan necesaria en la gran industria, no hay tanto trabajo básico para una clase media-baja, baja tan extensa como se presenta, ergo sobra gente.

Pero esto último tiene solución, muy lógica. Recientemente los alimentos han entrado en el juego de la bolsa. Esto genera la divertida situación de que mientras miles de familias pasan hambre porque su alimento básico ha triplicado su precio un señor en Kansas guarda toda su producción de trigo en un granero a la espera de que aumenten más los precios. ¿Llegaremos a pagar por el aire? ¿Qué gloria os reporta, pequeños especuladores, entrar en este macabro juego?

Y mientras tanto la gente utiliza las nuevas formas de comunicación, penúltima esperanza nuestra, para mandarse invitaciones a su granja virtual. Me asusta haber sido invitado a miles de grupos en el Facebook y que ninguno se llame "No quiero que especulen con la comida", "Contra la esclavitud consentida de las hipotecas" o similares. La batalla está perdida en la televisión, en los periódicos y en la política. Y vamos perdiendo en internet.

Actualizando:

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martes, diciembre 02, 2008

Nochevieja

Bueno, ante todo disculparme por la avalancha de post que estoy poniendo últimamente, espero que os dé tiempo a leerlos todos. La crónica a Amsterdam se retrasa/anula debido a que no tengo acceso aún a las fotos del viaje, pero os prometo que será hecha o no.

Éste es un post para intentar ponerle remedio a un pequeño desastre que nos viene sucediendo año tras año, la fiesta de Nochevieja. No sé vosotros, pero yo paso de la opción tascas o similar con barra libre de garrafón. Quitado eso me queda una fiesta seria de esas que valen muchas nóminas o casa rural (¡casa rural, casa rural!). Bien, casa rural parece la mejor opción pero queda un inconveniente: mis colegas son unos cabrones que van a pasar de todo para que lo organice "otro" (esta frase puede decirla con la misma razón cualquiera de vosotros). Así que yo meo fresco a organizar una excelentísima cena de Nochevieja en mi casa de la playa. Alta cocina de chez Ra (se busca pinche), nos llevamos un ordenador para poner música, infinitas botellas de alcohol y sitio para que duerman unas 13-15 personas. Al día siguiente una divertida limpieza comunal y hacemos una barbacoa o nos vamos a nuestras casas, lo que surja :)

viernes, julio 11, 2008

Sol y arena-no

Pues eso, que debido a los grandes profesores que tengo y a la dejadez que me provoca el estudio mi temporada de exámenes se extiende hasta septiembre, con lo cual queda anulado el plan de playa, sexo y arena por un plan de biblioteca, mecánica de fluidos aplicada y transmisión del calor (y no es tan atractivo como suena). De modo que la playa queda desplazada a fines de semana (algunos) y por lo tanto las invitaciones se ven drásticamente limitadas también. Pedazo de verano...

jueves, julio 03, 2008

Sol y arena

Pues eso, que este blog se cierra temporalmente (ya ves tú lo que lo actualizo últimamente) porque un servidor se va a su casa Mazarrón, la cual pasa a estar bajo mi control todo el verano y sin nadie de mi familia pululando por allí. Una casa en la playa para mí "solo" (entre comillado porque solo, solo no, joer. Espero alguna que otra visita, además ya sabéis que mi casa no es vuestra, es mía, pero gustosamente seréis acogidos). Así que puede ser que tome el Sol por primera vez en 7 años, que recorra esas tórridas playas en bici por primera vez en 7 años.... y que vuelva a vivir la playa de noche por primera vez en 7 años.

Pero no todo van a ser risas y jolgorio, no. La parte sucia de esto es que sí que me voy ya (después de comer) peeeero voy a tener que estar estudiando hasta el día 9 que acabo los exámenes. Luego seguiré estudiando para Septiembre pero ya a un ritmo más suavecico :D

Al que quiera pernoctar o pasar unos días en Villa Ra le doy ya la bienvenida.

¡Disfrutad del verano, mamoncetes!

martes, abril 01, 2008

Día de festejos y celebraciones (II)

Pues ya se avecina el gran día, fiesta nacional, Doce de Abril, sábado. Primeramente se barajó la opción de ir a cenar por ahí, alquilar un bus e irnos de fiesta a alguna discoteca pero como paso de enmarronar a la gente para que se deje 30 pavos o más en la celebración he optado por la recurrida Agua Salada. La fiesta será celebrada en comunión con el cumpleaños del poderoso Tapánez, nacido el mismo día que el universo (que casualmente fue un soleado 16 de Abril). Como siempre, cualquier persona que entre aquí y le unan a mí lazos de amistad, colegueo, simpatía o atracción sexual (Johnny...) y además me dé 5 pavos antes del sábado 12 puede venir y disfrutar de las maravillas de tal día. Fin del comunicado.

miércoles, marzo 05, 2008

Razón vs Emoción

Aprovechando el tirón del debate por la presidencia de nuestro .... país, Ciudad del Retiro os ofrece un nuevo debate. Un debate por el gobierno de tu vida entre los candidatos de los dos principales partidos. Por el lado de la razón tenemos a Mens y por el de la emoción a Cor. Como moderador he sido elegido yo, Aequilibrium, pero no intervendré sino para dar una conclusión objetiva del debate. Primeramente se presentarán cada uno para exponer sus planteamientos y a partir de ahí y sin ninguna regla más comienza el debate.

Mens- Nuestra propuesta es clara y precisa. El individuo ha de elegir una meta que alcanzar y a partir de ahí alcanzaremos dicha meta usando nuestro mejor recurso, la lógica. La lógica es el instrumento por el cual llegamos a la resolución de problemas de una forma exacta y sin temor al error. Consiste en unir el punto en el que estamos con el punto al que queremos llegar y se cataloga como mejor a la lógica que llega más directa y exactamente al punto deseado. Es por eso que todas las lógicas de cada individuo del planeta tienden a asemejarse. Sólo hay un camino perfecto y precisamente el objetivo de la lógica es encontrarlo. También estamos mejor preparados para los inconvenientes que surjan en el camino pues disponemos de la deducción, un mecanismo implacable para enfrentarse a problemas desconocidos.

Cor- Los partícipes de la emoción presentamos una visión diametralmente opuesta. El hecho de elegir una meta a la que llegar no es más que hacernos esclavos de nosotros mismos. ¿Quién nos dice que en el futuro querremos lo mismo que en el presente? El hombre es un ser que se construye a si mismo utilizando como piezas la experiencia. Si nos limitamos a alcanzar lo que hoy elegimos probablemente mañana descubriremos que no estamos donde queremos. El gobierno de la emoción supone infinitas posibilidades, un mundo guiado por el corazón. Donde la razón propone a la lógica como administrador nosotros ponemos a los sentimientos. ¿Qué mejor brújula para guiarnos que lo que mejor nos hace sentir? La razón tiene a la deducción para elegir en la incertidumbre, pero nosotros tenemos a la intuición. La mente humana tiene un gran potencial y ciertos detalles que se nos escapan en una percepción superficial son tenidos en cuenta inconscientemente y valorados por la intuición bajo la supervisión de la experiencia. ¿Quién no ha pensado alguna vez, tras elegir lo lógicamente correcto y ver que no funcionaba, "SABÍA que tenía que elegir lo otro"?

Mens- Un mar de posibilidades... una idea muy romántica pero muy poco pragmática. Nos dejan sueltos al azar por la vida, bajo la ilusión de un destino que nos llevará a donde debemos estar. Ustedes proponen un gobierno caótico. Nosotros ofrecemos la posibilidad de ser lo que quieras.

Cors- Y nosotros ofrecemos la posibilidad de ser feliz. No hay nada de caótico en nuestro planteamiento. El potencial humano está infravalorado y nosotros mismos ELEGIMOS cada día bajo la tutela de la intuición. Señora Mens, el primer requisito para que un plan falle es planearlo.

Mens- Lo que proponen carece de toda lógica...

Cors- Si la tuviese estaría en su partido.

Aequilibrium-- Paramos aquí el debate por hoy ante la imposibilidad que tienen los candidatos de acoplar las ideas que manejan. Sin embargo nos han dejado unas cuantas ideas sobre las que reflexionar. ¿Es el destino la utopía de la emoción o la consecuencia de una vida regida por ella? ¿Es el propio subconsciente el que nos guía en esa serie de experiencias y sentimientos que forman el destino? ¿Será capaz algún partido de obtener la mayoria o tendrán que recurrir a partidos minoritarios como ocio, lujuria, pereza,... para gobernar nuestra vida? Un servidor espera que ambos partidos puedan gobernar en consenso. Aquí lo dejamos hasta una nueva ocasión.

viernes, diciembre 21, 2007

La policía vela por nosotros...

Voy a salirme de la línea autoimpuesta que lleva mi blog de publicar sólo relatos y voy a contar una divertida cosa que me ha pasado ahora mismo. Todo viene de que a una persona le llegó un mensaje aparentemente mandado desde mi móvil. Yo, conocedor de que ese mensaje no lo había escrito yo, llamé a telefónica para decirles lo sucedido. Después de ver en los movimientos de mi tarjeta que, obviamente, no había mandado ese mensaje me denegarón conocer la procedencia, pero me indicaron amablemente que si lo denuncio a la policía a ellos les dirán el móvil desde el que fue mandado (o la ip del ordenador que lo mandó). Con éstas me presento en la comisaría de mi querido pueblo a presentar una denuncia. De primeras, el aguerrido agente que estaba recibiendo a la gente me intenta convencer de que eso es una chiquillada, que no hay delito ahí. Vamos, que no denuncie, que está muy feo eso de gastar un formulario para poner una denuncia que no incluya 35 asesinatos. Pero sigo en mis trece y le digo que aún así quiero poner la denuncia. Bueno, pues después de esperar un ratejo considerable me meten en la oficina de denuncias... ¡Tchanananán! una vez ahí dentro pensaba que no habría más obstáculos, pero no, el agente de la entrada era como esos masillas que salen en las pelis de lucha antes de llegar el "gordo". Bueno, empiezo a exponerle mi caso y una vez me ha escuchado el buen hombre me dice que eso no es denunciable, para lo cual me puso un bello ejemplo. ¡Qué digo ejemplo, parábola!:

- Mira, la mujer que se acaba de ir ha denunciado que le han robado una matrícula (pausa para enseñarme la denuncia. Curioso esto de que enseñen las denuncias de la gente). ¿Ves? Una matrícula es algo, tú no puedes denunciar nada.

- Verá, como ya le he contado, alguien se ha hecho pasar por mí mandando un mensaje como si fuese desde mi número.

- Ah, entonces te vas a denunciar a ti mismo, porque sale tu móvil. (poco a poco, la idea que intento transmitir va entrando en su cabeza, pero al hombre le cuesta).

- No, vamos a ver. Quiero denunciar que alguien ha suplantado mi identidad. El padre de un amigo mío fue comisario en Murcia y me ha dicho que está todo correcto.

-Y si se ha inventado la persona que te lo ha dicho que le han mandado el mensaje (pausa para llevarse el índice a la cabeza otorgándose así un gran aire de sabiduría).

- Verá, no creo que...

- No creo, no creo... Las cosas hay que saberlas. Tienes que traernos pruebas (¿entonces el trabajo policial en qué consiste?) Además, sólo ha sido un mensaje, ¿no? Si es sólo una vez no es delito.

- ¡Maravilloso! ¿Entonces si robo sólo un coche no pasa nada?

- Tú es que no quieres entender nada o yo soy tonto (me inclino por la segunda opción) ¡Si hasta te he puesto el ejemplo de la matrícula! (en este momento la denuncia dejó de ser mi principal preocupación que paso a ser el conseguir no reírme)

Aquí el buen hombre se levanta iracundo, sale del despacho y empieza a relatar mi caso a los tres rumanos que habían detenidos y al primer agente. Dicho esto entra el primer agente a hablar conmigo.

-Mira hijo, no te preocupes. No te va a pasar nada. Y yo te prometo que no van a haber más mensajes de esos (Oráculo dixit)


¡Genial! La escena de poli bueno, poli malo llevada al culmen. Y sin paliza ni nada. Jo, así da gusto.

- Bueno agente, si es que es muy fácil lo que digo. He hablado con telefónica, ellos saben quién lo ha hecho, sólo tienen que llamar ustedes y se lo dicen.

- Ah, bueno. Pero es que eso no es tan fácil, para que telefónica nos de esos datos hay que rellenar un formulario....

No, si mirándolo así es muy chungo. Mira las vueltas que me dais a mí por no rellenar uno. Al final me he ido ante la inutilidad de mi intento y de los agentes. Pero voy a ir a otra comisaría. No todos los policías tienen que ser así. ¿No?

Ah, señor agente, esto es lo que quería denunciar:

Código Penal (español) art 197:
DELITOS CONTRA LA INTIMIDAD, EL DERECHO A LA PROPIA IMAGEN Y LA INVIOLABILIDAD DEL DOMICILIO.
CAPÍTULO I.
DEL DESCUBRIMIENTO Y REVELACIÓN DE SECRETOS.
Artículo 197.
1. El que, para descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro, sin su consentimiento, se apodere de sus papeles, cartas, mensajes de correo electrónico o cualesquiera otros documentos o efectos personales o intercepte sus telecomunicaciones o utilice artificios técnicos de escucha, transmisión, grabación o reproducción del sonido o de la imagen, o de cualquier otra señal de comunicación, será castigado con las penas de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses.

sábado, noviembre 17, 2007

Reborn

Un estanque de agua cristalina, donde el sol refleja su brillo y casi deslumbra. Completamente desnudo nado y juego en el agua. La sensación que siento podría llamarse placer. De repente, una corriente me arrastra hasta el fondo. La primera reacción es dejarse llevar por si esa corriente parase; pero no lo hace, cada vez aspira más fuerte, tanto que la luz comienza a atenuarse por la profundidad. Intento nadar hacia arriba, pero la succión es más fuerte que yo. La falta de oxígeno me hace perder la consciencia de una forma tan gradual que no puedo distinguir la realidad de los pensamientos. Una nana llena mi vacío, meciéndome en los recuerdos de la única parte de mi vida en la que fui feliz. Ya no queda oxígeno en mis pulmones ni lucha en mi cuerpo y poco a poco me precipito a ese vacío abisal. Sólo hay oscuridad a mi alrededor y la falsa sensación de estar flotando. Mis ojos se abren ante el choque con el fondo. Mi mente se libera y mi cuerpo reacciona. Me impulso hacia arriba.

Sube.

En la oscuridad se ve una luz al final.

Sube.

¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?

Sube.

La luz se agranda y mi fuerza aumenta.

Sube.

Salgo a la superficie, cojo una gran bocanada de aire.

Respira.

miércoles, septiembre 26, 2007

Aeren y el Dragón

Se vio a sí misma en una oscura estancia bañada en una densa bruma. Poco a poco dejó de ver una visión y comenzó a sentir, como quien despierta de un profundo sueño y aún no sabe si duerme o es consciente. El ambiente era cálido, tanto que la bruma comenzaba a condensar sobre su fría piel. El desagradable olor a huevo podrido del azufre penetraba por su nariz, generando una sensación de angustia que le hizo cubrirse con las manos. Fue entonces cuando ella miró a sus manos y descubrió que estaban presas por una argolla unida a una cadena, ésta clavada al suelo por una colosal espada. El resto de la estancia estaba sumido en la oscuridad. Entre las sombras se veían dos ojos, con un iris rojo intenso sobre una retina azabache. La bruma se movió a través de una corriente de aire, como si el vacío se hubiese hecho en alguna parte por debajo de los ojos y entonces una gutural voz llenó la estancia:

“Bienvenida seas, por ventura te he encontrado y al fin podré darte la vida que mereces”

Conforme pronunciaba la frase los ojos se acercaban hacia Aeren y se iba descubriendo la faz de su dueño. De entre la niebla apareció una cabeza de forma equina, cubierta de escamas negras. Los ojos, con una expresión ligeramente caída, ofrecían una imagen de imperturbabilidad y sabiduría, no resultando agresivos. La voz era solemne e invitaba a escuchar y aprender, pues no parecía haber lugar para la duda en ese trueno.

El dragón surgió entonces en toda su grandeza, y paseó alrededor de la joven. Dio una vuelta lentamente y con un andar elegante. Al finalizarla paró de frente a la chica y extendió sus alas dando la sensación de estar desperezándose tras un largo sueño. El dragón se tumbó entonces, la luz roja de sus ojos sin párpados se fue apagando hasta quedar un pequeño punto rojo. Aeren quedó paralizada, sin saber que hacer. Más que temor sentía curiosidad; aquel lugar le resultaba agresivo, y el dragón, pese a no haber creído nunca en ellos, no turbaba su pensamiento. Preguntó varias veces al dragón, antes de cansarse de no obtener respuesta alguna. Se dedicó a observar la estancia, y llegando tan lejos como le permitía su cadena fue descubriendo lo fascinante que le resultaba todo lo que allí había. Tras varias horas de inspección se tumbó junto a la espada y lloró.

Cuando Aeren despertó, donde el día anterior estaba acostado el dragón encontró un pequeño pilar de piedra coronado por una bola de cristal. Se acercó a tocarla y escuchó de nuevo la voz del dragón. Venía de detrás suya:

“Espero que hayas dormido bien. Éste es un pequeño regalo a través del cual te enseñaré a ser tú misma. Has vivido presa de lo que te han enseñado, presa de lo que te han dicho que debes ser. Conmigo descubrirás la libertad, y con ella la felicidad.”

“Quiero volver con los míos”

“Ah… Los tuyos. Mira atentamente a la bola, querida. Verás a los tuyos”

Aeren se acercó a la bola y vio como una azulada bruma iba dando paso a una serie de imágenes, como pequeños clips, de cada uno de sus seres queridos. En cada uno de ellos encontraba una escena que resultaba ofensiva para ella misma.

“Observa cómo disfrutan. Mira como tu ausencia no les ha afectado, ni se han dado cuenta de que no estás. Ellos son felices sin ti, lo único que hacen es frenar tu vida.”

El dragón comezó a hablarle de aquel lugar. De cómo la había buscado desde que nació para llevarla a ese oasis de felicidad, por encima de la vida terrena. Allí ella podía ser ella misma y más aún. Podía vivir todas las situaciones que quisiese, pues esa bola era un portal hacia un mundo inferior, del que ella venía, con una diferencia: ahora ella elegiría. Aeren se dio cuenta de que no había prácticamente duda en su interior. Todo lo que escuchaba sabía que era cierto; la voz del dragón parecía ser una materialización de su propio pensamiento, no dejando lugar a preguntas. Ni siquiera le preguntó en todo el tiempo que estuvieron juntos su nombre, aunque esa quizás hubiese sido la única pregunta que pudiese ayudarla.

“Mira ahora a la bola, e imagina una situación cualquiera de tu vida y mejora lo que no te guste.”

Aeren miró a la bola y se imaginó a sí misma en un día cualquiera. Vio un montón de tareas que hacer en su casa y deseó no tener ninguna. Apareció entonces la imagen de ella misma acostada en su cama. Parpadeó. Tras el parpadeo se encontró tumbada en la cama, como se había visto en la bola. Escuchó como su madre la llamaba para hacer las faenas del hogar, pero ella salió corriendo de la casa y fue en busca de diversión. Cuando acabó el día durmió plácidamente y, al despertar, se encontró de nuevo en la guarida del dragón.

“Ha sido agradable, ¿verdad? Hoy puedes probar algo más atrevido”

“No lo creo, cuando vuelva posiblemente estén bastante turbias las cosas y no podré divertirme”

El dragón dijo en tono comprensivo:

“En mi reino no existen las consecuencias. Haz lo que desees en cada momento, pues nunca tendrás que arrepentirte de nada. ¿Acaso alguien te ha ofrecido algo más maravilloso en tu vida?

Entonces ella empezó a vivir auténticas aventuras. Fue haciendo poco a poco cosas que jamás se habría imaginado haciendo en su anterior vida. Cada día era increíble y siempre volvía a la guarida sin ningún temor, pues al día siguiente todo estaría bien. Pero un día despertó llorando.

“¿Qué ocurre? ¿Qué cosa que deseas te hace llorar? ¿No te has dado cuenta aún de que puedes tener todo lo que quieres?”

“Un amigo me increpó por actuar alocadamente. Yo le golpeé y ahora tiene una brecha en su cara.”

El dragón rió sardónicamente. “Pero niña…¿No ves que hoy ya no tendrá señal alguna?”

Aeren quedó convencida y volvió a mirar la bola. Pasó un tiempo inconmensurable de diversión. Aunque a veces, sin saber muy bien por qué, se sentaba junto a la espada y lloraba. Eso era lo único que manchaba su placer. Eso, y el peso de la cadena. Cada día parecía más pesada…

En uno de sus viajes, pasó un día especialmente bueno con el amigo que una vez golpeó. Tras una mañana y una tarde de risas y juegos, decidieron descansar por la noche mirando las estrellas.

“Siento haberte golpeado aquel día”

En cuanto pronunció las palabras, se dio cuenta de su fallo. Se le quedó la cara congelada en un rictus espectativo.


”No pasa nada, ya hace mucho”

Aeren quedó boquiabierta. “¿Cómo puedes acordarte?”

“¿Me estás vacilando? ¡Esa piedra era casi tan grande como mi mano! Para no acordarse…. Pero no pasa nada, la cicatriz casi no se ve ya. ¿Estás bien? Pareces preocupada”

Miró entonces a su frente y vio la fea cicatriz que había dejado. Miró al cielo y vio como se retorcía sobre sí mismo. Las estrellas se arrollaban en espirales que fueron creciendo hasta afectar también a laguna que había a su lado e incluso a la roca en la que estaba sentada. Todo se desvaneció y perdió el sentido

Se despertó en la guarida, de frente al dragón.

“Me engañaste, todo lo que he hecho a pasado de verdad. No hay lugar alguno para la fantasía. Me has convertido en un monstruo, ¡sácame de aquí!”

Jactancioso, el dragón dijo: “¿Quieres salir de aquí? ¡Pues mira la bola!”

Aeren se vio por primera vez presa. Cogió la espada que clavaba la cadena al suelo. Recordó imaginarla muy pesada, pero ahora era ligera como una pluma. La alzó con violencia y la clavó en el pecho del dragón. Un tintineo de cristales cayendo resonó en la estancia y Aeren vio la espada clavada en un espejo. Un espejo que la reflejaba a ella,… o a alguien muy parecido. La expresión de la cara no la reconocía, pero sí las facciones. Los ojos enfocaban penetrantemente hacia el frente, como un depredador; las cejas arqueadas en un gesto hostil hacían aún más agresiva aquella mirada. Los labios se encogían hasta ser una fina línea en la boca, dando una expresión de crueldad que la sobrecogió. Aquella cara era la suya, pero llena de odio e ira, de deseo y egoísmo. Para aquella cara desde luego no habían habido consecuencias nunca. La imagen terminó de fragmentarse en pequeños trozos de cristal y una ola de realidad recorrió la sala. En un parpadeo ya no estaba en la guarida de un dragón, sino en el aseo de su casa, mirándose al espejo. Secó las lágrimas que habían en su cara y salió de su casa.

Caminaba sonriente por la calle. Ya no había dudas en su cabeza, pero no porque estuviese inmersa en sus deseos, sino porque había encontrado el equilibrio. Ahora era capaz de ser feliz y al mismo tiempo hacer felices a los que quiere.

Nota: Este relato es mi forma de hablar de cómo las personas desarrollamos una doble vida a través de la cual vamos realizando las cosas que en verdad no deseamos hacer en la nuestra propia. Algunas personas se aferran más a esta personalidad alternativa y eso se convierte en un problema, pues llega a tomar más peso en su propia vida que lo que ellos mismos son. Si somos capaces de repudiar de este lado malo seremos libres de vivir nuestra vida.